Ante cientos de empresarios, José Mujica dijo que su “utopía” es conseguir “25 puntos” de inversiones y prometió un “clima” propicio

REDACCIÓN  
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En cuanto los periodistas concluyeron la ronda de preguntas, varios empresarios se arracimaron en torno al presidente electo, José Mujica, que estaba parado en el estrado donde acababa de pronunciar un discurso. Desde abajo, los empresarios estiraban sus brazos para saludar al anciano ex guerrillero, o al menos para tocarlo.  “¡Felicitaciones!”, “¡mucha suerte!”, le gritaban. Algunos se disputaban para llegar a alcanzarle una tarjeta de negocios, otros dos le sacaban fotos. “¡Lo admiro!”, “¡muy buena la presentación!”, insistían.

Habían sido conquistados por Mujica, que en un discurso que pronunció durante un almuerzo con empresarios ayer miércoles 10 procuró despejar cualquier incertidumbre sobre el gobierno que está a punto de encabezar, y prometió propiciar un “clima para la inversión” con “leyes claras”, porque “la riqueza es hija del trabajo y el trabajo necesita estabilidad e inversión” y “no se pueden saltar etapas”.

El almuerzo fue convocado en el Hotel Conrad de Punta del Este por la Cámara de Comercio Uruguay-Argentina, la Unión de Exportadores de Uruguay y la Cámara de la Construcción de Uruguay. Según los organizadores, había más de 1.500 empresarios uruguayos, argentinos, brasileños, estadounidenses y europeos, además de varias figuras políticas y de gobierno. Los expresidentes Julio Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle,  saludados en forma expresa por todos los oradores, estuvieron en las primeras mesas, además de otros líderes de la oposición, como Pedro  Bordaberry, Jorge Larrañaga y Pablo Mieres.

Mujica an el Conrad antes 1.500 empresarios. Foto: EFE

Aunque no fue un acto oficial, el almuerzo pareció una presentación del próximo gobierno: el gabinete casi completo se ubicó escoltando sobre el estrado a Mujica, quien estaba junto a su vicepresidente, Danilo Astori, y los empresarios Juan Carlos López Mena, Ignacio Otegui y Alejandro Bzurovski. Según dijeron a Búsqueda fuentes empresariales, en muchas conversaciones informales luego de los discursos de Mujica y Astori  fue notoria la intención de los ejecutivos de “aumentar” la cantidad de inversiones que llegaron a Uruguay durante el último quinquenio. Suma de fuerzas.

López Mena, propietario de la empresa Buquebús y presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-Argentina, fue el primer disertante; afirmó que “Uruguay, a partir de la restauración democrática, ha encontrado un rumbo hacia la confiabilidad, la seguridad jurídica, la madurez institucional, las transparencias y sus reglas de juego, todo lo cual propicia la inversión”.

Luego habló Astori, quien anunció que en el próximo gobierno habrá “un adecuado equilibrio” entre “continuidad” en “todas aquellas condiciones que contribuyeron a la generación de confianza y estabilidad”, y “cambio” en “aspectos a los cuales hay que ir asignándoles una importancia creciente, como por ejemplo el desarrollo de la infraestructura, la reforma del Estado, la distribución del ingreso”.

El exministro de Economía llamó a una “cooperación al diálogo y a la suma de fuerzas entre el sector público y privado”, y precisó: “Habrá que hacer cambios muy importantes en el primero, formando sus recursos humanos, renovándolo institucionalmente, incorporando tecnología en el Estado y haciendo que éste tenga cada vez una gestión más moderna. Y por otro lado haciendo que el sector privado apueste a la formación profesional del empresario, a su cultura de la competencia, a su emprendedurismo, que asuma su responsabilidad social, con todo eso está tomando definiciones estratégicas”.

Astori dijo que “la misión del sector público es conducir a la sociedad y abrir espacios para el sector privado, regulándolos cuando sea necesario”. Opinó que “Uruguay no puede tener otro camino que el de  especializarse a altos niveles de calidad” y sostuvo que “el crecimiento tendrá que apoyarse en una estructura fiscal sana, en holgura financiera, en disciplina monetaria y en flexibilidad cambiaria”. “Sepan los empresarios que quieren arriesgar en este país, que Uruguay seguirá por el camino de perfeccionar sus incentivos a la inversión”, afirmó Astori, aplaudido por los comensales. Profundamente interesados.

Pocas veces Mujica participó en eventos organizados para empresarios. Esta vez, a pocos días de asumir la Presidencia, decidió intentar ganarse su confianza y, de saco negro y camisa blanca, se dirigió a ellos como “amigos”. “Si bien nuestro pequeño país no es una panacea —no estamos tocando el cielo con la mano— es un hermoso país para vivir, no sólo para invertir. Vale la pena vivir en el Uruguay. ¿Saben por qué? Porque un presidente, un futuro presidente, un ministro, caminan por las calles tranquilamente, y eso es un lujo que se da este país. (...) No sólo vengan a invertir, ¡vengan a vivir!”, arremetió el líder tupamaro en el comienzo. “Necesitamos inversión. Sí, el lenguaje es muy claro, y hay una continuidad precisa y no se pueden saltar etapas —afirmó Mujica—. Se necesita trabajo y cada vez más y mejor trabajo mejor remunerado. Y eso tiene un previo: leyes claras intangibles, un análisis objetivo que propicie un clima para la inversión. Después la inversión y después el trabajo. Y no hay salto, no hay atajo”.

El próximo presidente sostuvo que “la riqueza es hija del trabajo y el trabajo necesita estabilidad e inversión”. “Por eso estamos acá, y por eso, señores empresarios, les estamos pidiendo: ¡apuesten al Uruguay! ¡Y jueguen con el Uruguay!”, exclamó Mujica. El auditorio aplaudió con fuerza. “Y no lo decimos desinteresadamente, lo decimos profundamente interesados. Porque no somos Mandrake, no podemos generar riqueza con decisiones legislativas. No: la riqueza es hija del circuito del trabajo”, destacó. Luego, opinó que la “característica negativa más penosa” de Uruguay “ha sido históricamente” la “bajísima tasa de inversión”. Dijo que “ser inversor no es tener plata, es tener capacidad y coraje de riesgo, es otra historia”. “La tarea del gobierno es aminorar en todo lo posible los márgenes de riesgo y ofrecer estabilidad. (...) Lo tenemos que decir nosotros, porque esto lo dicen todos los economistas. Pero no son muy creíbles los economistas. Lo tenemos que afirmar los políticos, que ponemos la caripela con la gente”, añadió.

Mujica consideró que Uruguay necesita “un clima que rodee y que propicie alta inversión” y estimó que “la utopía” sería una inversión de “25 puntos” porcentuales en relación al PBI. “Hoy tenemos que convocar a todo lo nacional en primer término.  ¡Jugala acá que no te la van a expropiar ni te van a doblar el lomo de impuestos! ¡Porque cuanto más inversión y más crezca la economía, más aumenta la recaudación que necesitamos para fenomenales inversiones sociales, pero si queremos recaudar aumentando los impuestos sobre la misma masa de riqueza, estamos fritos porque matamos la gallina de los huevos de oro!”, exclamó el presidente electo, y con eso provocó nuevos aplausos. Después, sostuvo que “hay cosas que las tiene que hacer el Estado y no sacar la cuenta”, aunque “eso no quiere decir que tiene patente pa’ tirar la plata”. También, agregó, “hay cosas que tiene que hacer la actividad privada”. “El Estado tiene que armar las vías y tiene que cobrar peaje, y después yo sé que van a aparecer los trenes. Pero hay otra inversión: los agujeros sociales, los barrios reprimidos, los gurises que se crían como pueden. Allí el Estado tiene que invertir y para eso necesita una economía que funcione”, opinó.

Tranquilidad. Al concluir el discurso, varios empresarios se dirigieron entusiasmados a los futuros ministros para hacerles preguntas y anunciar algunos proyectos de inversión. Uno de ellos habló con todos los ministros, uno por uno, reclamando que se resuelva la situación de la empresa Metzen y Sena. “Ustedes saben cuál es la solución”, les dijo. Los ejecutivos argentinos quedaron satisfechos con las exposiciones de Mujica y de Astori. Algunos, incluso, expresaron su “envidia”. “Llama la atención con la seriedad que encara el tema y la seguridad que está planteando para atraer inversiones. Nos da tranquilidad: el proyecto que viene marcando Uruguay de desarrollo económico en los últimos diez años va a seguir por el mismo camino”, dijo a Búsqueda un empresario argentino que quiere instalar una planta de servicios logísticos en Uruguay; explicó que en Argentina hay varias compañías que “quieren retirarse de allí por la alta carga impositiva y la incertidumbre constante”, y que el plan es que puedan ensamblar parte de su producción en territorio uruguayo y “utilizarlo como trampolín a la región”.

Un inversor argentino que concurrió con varias carpetas para presentarle un proyecto de energía eólica regional a algunas de las autoridades del futuro gobierno opinó que “fue la presentación de lo que debe ser un futuro presidente”. “Uruguay y Argentina son la misma nación, pero han tomado rumbos distintos en cuanto a la cultura política. Por lo tanto cuando se habla de pluralismo, de tolerancia, de estrategia a largo plazo, es lo que quisiéramos oír en nuestro país”, señaló. Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Argentina, destacó ante la prensa el discurso de Mujica. Dijo que es la “confirmación de la seriedad de Uruguay”, un país que junto a Brasil, Chile y Perú son países “privilegiados”. Dijo que Uruguay “quiere abrirse al mundo” y que los inversores van “donde se respeta la propiedad privada”. Incluso el expresidente Lacalle afirmó que el mandatario electo fue “muy pragmático, muy realista” y que dijo “cosas muy ciertas”, aunque cuestionó a Astori por hablar de “responsabilidad fiscal”, criterio que a su juicio no ha aplicado durante el último gobierno. El también expresidente Sanguinetti, en tanto, opinó que en el discurso de  Mujica “se confirma el respeto a la inversión y al Estado”.

Economía
2022-11-06T10:41:00