Sereno y conciliador, Vázquez prometió no defraudar a sus votantes y emitió primeras señales

escriben Ernesto Tulbovitz y Ana Laura Pérez 
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“Este triunfo también es de ustedes”, dijo Tabaré Vázquez ante los retratos de Héctor Marsicano y Gerónimo Cabrera ubicados en una de las paredes del improvisado cuarto secreto en un salón del Club Arbolito de La Teja donde debió votar, según confió poco después a otros amigos con quienes departió el domingo de mañana en la cantina del local. Eran entonces las 8.30. Marsicano y Cabrera, dos amigos de la infancia ya fallecidos, presidieron el club que Vázquez cofundó en 1958.

Una hora y media antes, unos pocos periodistas montaban guardia frente al 3438 de la calle Buschental, la casona del Prado donde vive Vázquez. Varios de sus custodias personales conversaban animadamente sobre la elección y compartían una rueda de mate con policías de Radiopatrulla que desde la semana anterior estaban apostados frente a la residencia. Uno de los custodias exhibía su lista, la 1001, y uno de los policías mostró la suya, la 99.000.

Tabaré Vázquez vota en el Club Arbolito de La Teja. Foto: AFP

Arbolito

Tras dormir siete horas, Vázquez se levantó, desayunó jugo de naranja y saludó a simpatizantes, tras el vallado instalado frente a su casa.

En el club Arbolito le aguardaban unas 200 personas que cortaban la calle en la entrada al club y decenas de periodistas, fotógrafos y camarógrafos. A su arribo al local donde votaría, entre apretones, codazos, insultos y hasta empujones de los periodistas que buscaban una buena ubicación, Vázquez hizo breves declaraciones.

Custodiado por ocho integrantes del equipo de seguridad que le rodeaban en círculo, Vázquez pedía “calma” y “cuidado” para que los periodistas pudieran trabajar.

Vázquez se consideró un “privilegiado de la vida” por el apoyo que ha recibido. Dijo que pensaba en su “padre” y en “el general Líber Seregni”, y destacó que vivía un momento que “quedará grabado en la historia del país”.

Después de votar, Vázquez se reunió en la cantina con su vieja barra del Club Arbolito y permaneció unos quince minutos recordando anécdotas de la institución. “Cuando me ponga la banda voy a estar pensando en todos ustedes”, aseguró a sus viejos amigos.

Luego visitó a su hermana Elena en La Teja y retornó a su casa a las 9.25. A mediodía, comió un asado acompañado sólo por su esposa. Descansó un rato y pasadas las 16.00 se dirigió al Hotel Presidente.

Tabaré Vázquez a su llegada al Hotel Presidente. Foto: Pablo La Rosa / adhocFOTOS

Ansiedad y cautela

Pasadas las 17 horas dirigentes del Encuentro Progresista (EP-FA-NM) comenzaron a llegar al bunker de Vázquez y, con una combinación de ansiedad y cautela, deambularon por la sala de prensa en el segundo y primer piso. Entre los invitados estaba el empresario Juan Carlos López Mena, colaborador y promotor de casi todos los viajes al exterior de Vázquez durante la campaña electoral.

El vicepresidente del Frente Amplio (FA), Jorge Brovetto, visitó la sala de prensa y, abordado por los periodistas, informó que su partido haría su propia muestra en base a los 100 primeros votos de más de 200 circuitos representativos de todo el país. Manifestó reservas respecto a la tarea de las encuestadoras por cuanto entre ellas había en juego una disputa “empresarial”.

A las 17.45, sonó el celular de Miguel Bresner, uno de los responsables del centro de cómputos del EP-FA-NM que funcionaba en la sede del FA de la calle Colonia. Desde otro teléfono el senador Alberto Couriel demandaba información. “Tranquilos. Sin ansiedad. Vamos a esperar la muestra. El piso nos da en el 46% y el techo en el 52%”, le explicó Bresner. Sobre el cierre de la votación, a las 19.30, y al menos hasta una hora después, varios dirigentes de la coalición exhibían preocupación en cuanto a definir la elección en primera vuelta. Informaciones primarias a partir de encuestas a boca de urna, con un elevado porcentaje de no respuesta, indicaban que quizás habría que ir a balotaje.

Aunque optimistas, la mayoría de los dirigentes prefirieron no hacer declaraciones hasta conocer los datos de la propia muestra. Pero no todos siguieron ese criterio. “Yo estoy eufórico. Todos los datos que recogemos nos dan ganando en primera vuelta. Es un momento histórico. Es la primera vez que va a haber un presidente progresista”, declaró exultante Rafael Michelini.

Minutos después el candidato a la Vicepresidencia, Rodolfo Nin Novoa, declaró que si bien no existía “ninguna posibilidad de derrota en una segunda vuelta” prefería no “vender la piel del oso antes de cazarlo”. Finalmente, conocidos los datos de Factum, que difundió Oscar Bottinelli a las 21.03 por canal 4, y la “confirmación” de Luis E. González a las 21.21 en canal 12, más la información que Brovetto recibió del centro de cómputos —asignaba 51% de intención de voto al EP-FA-NM—, Vázquez resolvió presentarse como presidente electo ante la multitud, que aguardaba su salida al balcón.

Danilo Astori, que en ese momento conversaba con Vázquez, asoció la hora que marcaba el reloj de canal 12 con el número de su lista y dijo que “Ganó Nacional y el Frente, solo falta que gane Falta y Resto”. Pese a la desbordante alegría de los dirigentes que estaban en el centro de prensa, Vázquez y su entorno aguardaban un triunfo con un guarismo cercano al 55%, según supo Búsqueda.

Tabaré Vázquez habla tras su victoria. Foto: Pablo La Rosa / adhocFOTOS

Discurso y reconocimientos

Vázquez esperó a que Gonzalo Fernández —quien ocupará la Secretaría de la Presidencia— regresara al hotel con Lili Lerena de Seregni, viuda del fundador del Frente Amplio, y su hija Bethel, para aparecer en el balcón y saludar a la multitud que lo aclamaba.

Sobre la hora 22.00, Vázquez, su esposa María Auxiliadora Delgado, y Nin saludaron desde el balcón del primer piso, donde flameaban 19 banderas uruguayas. Se retiraron y en seguida regresaron con la viuda y la hija de Seregni. La multitud se exaltó cuando Vázquez tomó el micrófono y como lo prometió durante la campaña, proclamó: “¡Festejen, uruguayos, festejen, que la victoria es de ustedes!”.

Tras ese primer contacto con los manifestantes, Vázquez se dirigió a la prensa en forma pausada y ánimo conciliador, dijo estar viviendo una “noche mágica”, expresó su “más profundo agradecimiento a todo el pueblo uruguayo (...) cualquiera hubiera sido su opción política por la magnífica fiesta cívica”, agradeció a quienes votaron por el EP-FA-NM y prometió que no los iba a “defraudar”.

Vázquez dedicó el triunfo a “los gigantes que lo precedieron” y lo personificó en la figura de Líber Seregni. También llamó a “unir esfuerzos” para que “todos los uruguayos puedan vivir mejor” y saludó “muy respetuosamente” a sus “adversarios”, Jorge Larrañaga y Guillermo Stirling, a quienes dijo “tender” su “mano fraterna” para buscar caminos de “acuerdo”.

Anunció asimismo que había acordado con el presidente Jorge Batlle el inicio de la “transición” el lunes 1º mediante una reunión entre Raúl Lago, secretario de la Presidencia, y Gonzalo Fernández.

A las 22.45 —y ya con Jorge Larrañaga y Sergio Abreu en el hotel— Vázquez compareció nuevamente ante sus simpatizantes que festejaban en la calle e hizo un breve discurso en los mismos términos de su presentación ante los periodistas.

Minutos antes de las 23.00, Vázquez y Nin subieron a la sala de prensa junto con Larrañaga y Abreu. El presidente electo se refirió a los blancos como “el glorioso Partido Nacional” y dijo que la presencia de la fórmula nacionalista contribuía a “engalanar la cultura cívica, la hermandad, la fraternidad y el respeto que debe reinar entre todos los uruguayos”. Vázquez ofreció la palabra a Larrañaga, pero éste declinó la invitación.

Larrañaga mantuvo en todo momento una expresión adusta que solo quebró cuando cruzó su mirada con un colega, el senador del Movimiento de Participación Popular (MPP) José Mujica. “¡Tordillo!”, saludó Larrañaga con una sonrisa. Mujica cruzó frente a la mesa tras la que se encontraban los integrantes de ambas fórmulas y se abrazó con Larrañaga.

Mientras los candidatos blancos se retiraban, Mujica destacó la trascendencia de la presencia de Larrañaga. “Es un gesto de enorme importancia. No cualquiera viene hasta acá para hacer esto. Hay que tenerlos bien puestos”, remarcó el legislador.

A las 22 horas Tabaré Vázquez salió al balcón del Hotel Presidente y dijo: “Festejen, uruguayos, festejen, que la victoria es de ustedes”. Foto: AFP

Saludos y emociones

Según contaron a Búsqueda varias de las personas con las que compartió la jornada del domingo, Vázquez estaba emocionado. “Se le aflojaron las piernas”, admitieron.

Buena parte de los periodistas acreditados para la cobertura en el cuartel del EP-FA-NM festejó la victoria de la izquierda, abrazando con indisimulable alegría a los dirigentes y llegando en algún caso al llanto.

Después de saludar a embajadores, gobernantes y dirigentes políticos que acudieron a felicitarlo, Vázquez decidió regresar a su domicilio apenas pasada la medianoche. Cuatro motos de la División Tránsito de la Intendencia de Montevideo abrieron el camino del auto, conducido por uno de sus consuegros, y que junto a otros dos autos de la custodia demoraron 7 minutos en llegar al Prado.

Cerca de la una de la madrugada del lunes 1º, Jorge Vázquez y el resto de los custodias retornaron al Hotel Presidente. “El Perro” Vázquez, hermano de Tabaré que ese día cumplía 60 años, estaba agotado pero contento. “¡Qué regalo me dio mi hermano!”.

Información Nacional
2022-10-30T13:38:00