Extremos controles ambientales “limitan” la expansión del sector
Recuadro de la nota: ...Uruguay se hizo “país forestal”
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A fines del 2021, tras la polémica que generó la discusión y aprobación de un proyecto de ley —impulsado por Cabildo Abierto— que luego tuvo el veto presidencial, el Poder Ejecutivo dispuso algunos cambios al régimen ambiental para las nuevas plantaciones forestales, por la vía de decreto. Entre ellas, se creó un registro ambiental de plantaciones, se modificó la definición de terrenos forestales y se exigió la obtención de la autorización ambiental especial a ciertas plantaciones de 100 hectáreas o más que no hubieran estado sujetas al régimen de evaluación de impacto previsto en la Ley 16.466, de 1994.
Aunque el veto del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, dejó “tranquilo” al sector, que “respiró hondo”, para Carlos Faroppa —titular de la Dirección General Forestal, del Ministerio de Ganadería— la reglamentación de la actividad es “más restrictiva” que lo que había antes, “lo que hace disminuir la posibilidad de inversiones”. Según dijo a Búsqueda, “en su marco teórico, la regulación es ajustada a los tiempos que vivimos, está bien, pero apuntó en tono de advertencia: “Hay que ver en cada proyecto cómo se continúa, cómo sigue. Hay que ver sobre la marcha si hay controles excesivos o no”.
Para el jerarca, “ningún proyecto del agro tiene tanto control como uno forestal” y eso “de por sí limita la expansión” del sector. “Tú plantás 1.000 hectáreas de soja y no pasás por la Dinacea (Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental), y la cantidad de agroquímicos que usan en agricultura es mucho mayor que en forestación”, disparó.
En parte, por eso, el área forestal se va a ir extendiendo “lentamente”, estimó, a una tasa de 14.000 o 15.000 hectáreas por año, y reforestando y manteniendo las áreas de los bosques actuales.
En la misma dirección, consultado por Búsqueda, el presidente de la Sociedad de Productores Forestales, Nelson Ledesma, expresó “preocupación” porque con la polémica sobre la iniciativa de Cabildo Abierto de frenar la actividad forestal “hay una publicidad negativa sobre el impacto de las plantaciones, sin comprobación científica, pero que perjudica”.
Para Ledesma “se ha generado una reacción del cuidado medioambiental y la aplicación del principio de precaución que restringe la inversión” del sector, que ya está “extremadamente controlado”.
“Si en 35 años (de la ley de promoción forestal) plantamos un millón de hectáreas, quizás en 20 o 30 más lleguemos a tres millones” de hectáreas plantadas, proyectó. “En área, estamos creciendo al 1,5% por año, eso es extremadamente bajo para una actividad que tiene un enorme potencial”, reclamó.
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