Más allá de alguna “señal”, interés de los gobiernos por desarrollar el mercado de valores local no “hubo ni lo hay”

REDACCIÓN  
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“Acérquese a la Bolsa. Usted tiene mucho que ganar, el Uruguay también”, rezaba un aviso publicado en la edición N° 35 de Búsqueda. Era marzo de 1975, y el mercado de capitales local se estaba recuperando después de algunos años de depresión. Las oscilaciones en su dinámica caracterizaron la actividad bursátil hasta la actualidad y, aunque hoy existen tres ámbitos de negociación formal —no solo la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM), como en los años 70—, sigue sin consolidar un desarrollo fuerte.

Fundada en 1867 como Sociedad Bolsa Montevideana y con el nombre de Bolsa de Valores desde 1952, a ese ámbito recurrieron muchas empresas e incluso bancos del exterior a buscar capitales. Hasta hace algunos años la oferta y la demanda se hacía “mirándose a los ojos” entre los corredores dentro del recinto de la institución, en Rincón y Misiones, hasta que se incorporó un sistema electrónico de negociación (Búsqueda N° 1.687).

A partir de 1985, la participación de las empresas privadas —que superó las 30 cotizantes a fines de los 70— se redujo en favor de los títulos públicos. Y esa tendencia es la que continúa hoy: la operativa se concentra en las Letras de Regulación Monetaria, Notas y Bonos del gobierno, que se intercalan con compraventas de fideicomisos, obligaciones negociables (ON) y las acciones de unas pocas firmas.

Los corredores de bolsa, los dueños de la BVM, ofrecen un servicio de intermediación a clientes con ahorros medianos y grandes. Algunos operadores institucionales, como las administradoras de fondos previsionales (AFAP), también participan en ese mercado y en el de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa), cuyos propietarios son bancos locales.

En distintos períodos, las autoridades de la BVM buscaron la promoción de la bolsa. Se pensó en acciones de marketing y educativas para llegar “más a la gente” (Búsqueda N° 1.590) y hasta uno de sus presidentes propuso instalar pantallas en los shoppings para difundir los índices bursátiles, lo que nunca se concretó. El mercado de valores siguió siendo lejano para la mayoría de los ahorristas uruguayos y de las empresas.

Algunos gobiernos también quisieron desarrollar este mercado con la creación de una oficina de promoción y mediante estímulos específicos. Uno de los intentos fue en 1994, cuando el Banco Central (BCU) contrató como asesor al economista Martín Redrado, quien había presidido la Comisión de Valores de Argentina. En agosto de ese año, el Poder Ejecutivo de la época presentó tres leyes: de mercado de valores, de sociedades comerciales y de fondos de inversión.

“Hasta ahora (Uruguay) es una plaza con mucha estabilidad, confiable, creíble, y esto es necesario, pero no suficiente”, dijo Redrado entrevistado en Búsqueda (N° 752). “El Ministerio de Economía aspira a que el mercado de capitales tenga una función central en la canalización del ahorro público”, agregó quien posteriormente, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, sería presidente del Banco Central argentino.

Para los corredores, los proyectos del gobierno eran insuficientes y opinaban que se requería que grandes empresas —entre ellas, las estatales o sus vinculadas— abrieran su capital en la bolsa y que surgieran inversores institucionales (Búsqueda N° 753).

En 2020, 28 años después, el Ministerio de Economía volvió a recurrir a alguien con experiencia en el mercado argentino para impulsar el uruguayo. Alberto Estrada fue designado al frente de la Comisión de Promoción bursátil —creada durante administraciones frenteamplistas, pero que actuó sin regularidad—, desde donde se propuso ampliar la “góndola” de instrumentos para que “fluya” el financiamiento entre inversores y las pequeñas y medianas empresas (Búsqueda N° 2.131). De ese ámbito surgió la flexibilizaciones al régimen simplificado de emisiones, entre otros cambios regulatorios.

“Saludo a la bandera”

La Comisión de Promoción del Mercado de Valores está integrada por representantes de las bolsas, de las AFAP y de las empresas emisoras de papeles bursátiles. El presidente de la BVM, Ángel Urraburu, dijo a Búsqueda que reactivar ese ámbito “no significa” que el gobierno esté preocupado por el mercado de valores y, aunque es una “señal”, “no es sinónimo”. Para ese corredor, no es real que “todos los gobiernos” se hayan interesado en una dinamización y, “en general, lo que no hubo fue interés en el mercado de valores. No lo hubo ni lo hay”.

Urraburu dijo que el desarrollo se concretará cuando “haya una decisión política de que el mercado de valores es importante y sirve de algo”. Y señaló: “En tres o cuatro gobiernos no hubo nada”.

Recordó que en la primera ley sobre el mercado de valores, aprobada en 1996, recién se permitió que las empresas que emitían ON pudieran “descontar los intereses que pagaban de impuestos”. “Es algo que suena absurdo (...). Es la prueba más terminante de que el monopolio del crédito bancario, que estaba apalancado con esa prohibición, reinaba a piacere”, sostuvo Urraburu.

La flexibilización para las emisiones simplificadas es un “pasito” y es un “mérito de la comisión” en su integración actual, pero hay decisiones que para Urraburu son más “relevantes”. Por ejemplo, el cambio que se introdujo en la Ley de Urgente Consideración (LUC) alentando a las sociedades anónimas con participación estatal a abrir su capital en la bolsa. “Desde que se aprobó la LUC, ¿se vio algún movimiento?”, se preguntó de forma retórica. “Eso fue un saludo a la bandera”, opinó. Poner en práctica ese artículo de la LUC no aparece en los planes de las sociedades en las que el Estado es accionista (Búsqueda N° 2.167).

Otro asunto que jugó en contra del desarrollo del mercado de valores local fue, según el presidente de la BVM, que “durante 10 años” las tasas de interés en el mundo y también en Uruguay estuvieron “casi en cero”, por lo que “no había competencia”. “El banco le hacía llegar los recursos a una tasa relativamente interesante o baja y la empresa no analizaba otras posibilidades” de fondeo, como ir a la bolsa, explicó.

Urraburu cuestionó que haya un trato “no equitativo” respecto a que las inversiones que se hacen a través de fondos del exterior no pagan IRPF. “En general, estamos lejos de la piñata”, resumió.

La llegada de Bevsa

En 1994 los bancos constituyeron su propio mercado, la Bevsa. La idea original incluía un régimen de operaciones conjuntas y fusión con la BVM al cabo de una década. Pero las negociaciones se empantanaron hasta que un intercambio de cartas y reproches entre las dos instituciones las interrumpió definitivamente. “Se resisten; es como cuando apareció OSE, desaparecieron los aguateros”, reflexionaban los bancarios por entonces (Búsqueda N° 756).

A lo largo de los años hubo sondeos para una posible fusión entre estas dos instituciones —dado el relativamente reducido tamaño del mercado local—, incluso con la intervención del BCU, pero que no prosperaron. Urraburu cree que “es muy difícil” hoy que se unan al ser instituciones “tan diferentes”, en referencia a que Bevsa incluye, además del mercado de valores, al de dinero y de cambios. Consideró que sí se podría ir hacia una fusión de la operativa, pero no de las dos sociedades. “Es diferente la idiosincrasia. Hay un cúmulo de cosas que en algún momento nos tenemos que sentar a conversar con todos los involucrados, pero por ahora estamos a la expectativa”, comentó Urraburu.

Para esta nota Búsqueda procuró la opinión del gerente general de Bevsa, Eduardo Barbieri, pero no fue posible obtenerla.

Un tercer ámbito, operativo desde 2017, es Rofex Uruguay Bolsa de Valores y Futuros S.A., donde se negocian contratos de futuros de novillo gordo y de dólares (también spot), entre otros instrumentos. Participan inversores institucionales, casas de cambio y corredores de bolsa.

Remar

A fines de los años 90 la confianza en el mercado de ON fue golpeado por la estafa de la avícola Granja Moro, lo que provocó una retracción. Décadas después, la actividad bursátil local tuvo un reverdecer cuando los parques eólicos fueron a buscar financiamiento para instalarse. Fue una “decisión política” —dijo Urraburu— porque el Banco Interamericano de Desarrollo podría haberlos financiado por completo, pero las autoridades decidieron que “una parte” se financie por la bolsa. Las acciones de algunos de estos parques son de las pocas que tienen una operativa relativamente frecuente.

Ahora el corredor espera que haya emisiones para financiar proyectos de infraestructura. Lo que “hay que ver”, dijo, es si las estructuraciones se realizan “a medida de las AFAP” —que prefieren invertir en unidades indexadas y a largo plazo”— o del pequeño ahorrista, que buscan opciones en dólares y a plazos no muy extensos.

Otro de los planes del actual gobierno es impulsar la generación de hidrógeno verde, que requiere “inversiones millonarias”, comentó Urraburu, y dijo que le “encantaría” que parte de la financiación se realizara a través de la bolsa.

Con un mercado local pequeño, los corredores orientan parte del portafolio de sus clientes al exterior. Mientras eso pase, afirmó el presidente de la BVM, la entidad “seguirá remando” para salir adelante. “Si lo que se opera es todo en el exterior, no necesitás a la bolsa. Ojalá que en Uruguay haya emisiones importantes para la gente y que podamos salir adelante. Pero de eso no tengo la seguridad. Son tantos los años que estoy con esto y no he logrado casi nada que a esta altura estoy bastante entregadito”, se resignó.

El número de corredores activos se achicó en las últimas décadas. En julio de 2010, se subastó un asiento en la BVM para poder operar. El encargado del remate, el corredor Óscar Rebagliatti, de memoria y hablándole a la nada, pregonó: “US$ 65.000 a la una, US$ 65.000 a las dos, US$ 65.000 a las tres. Se declara desierto” (Búsqueda N° 1.568). Un año antes, el BCU había hecho más exigentes los controles de transparencia de los negocios bursátiles, pero sumándole costos a los escritorios. “¿Quién va a querer ser corredor de bolsa ahora?”, se preguntó Rebagliatti al terminar el fracasado remate.

Economía
2022-11-09T21:58:00