Rock pesado, danza circense y teatro pirotécnico
Desde Francia llegó "Cargo 92"
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Los festejos del Quinto Centenario fueron el motivo. El carguero francés "Melquíades", ahora convertido en un buque cultural, recorre Latinoamérica y para en cada puerto para desarrollar variados espectáculos. Arribó a Montevideo el 24 de junio y partirá hacia nuevos rumbos el 4 de julio. Durante su estadía, y en esos sitios nostálgicos de partidas y llegadas como las estaciones y los puertos, el público pudo apreciar un concierto de rock a cargo de Mano Negra, uno de danza por la compañía DCA de Philippe Decouflé y un montaje teatral del Royal de Luxe. Todo de primer nivel. Resta el espectáculo "Derives" de Philipe Genty que se desarrollará en el Teatro Solís el 11 y 12 de julio.
Julio Verne en Montevideo
Es una calle de Nantes, con sus adoquines, sus veredas, sus casas y comercios. Descansa en una de las bodegas del "Melquíades" y lleva el nombre de Julio Verne. Se puede viajar a la luna, algún día tal vez al centro de la Tierra y por qué no tener una calle en un barco. El curioso podrá estudiar los detalles de las alcantarillas, el inquieto podrá beber vino francés y comer quesos en el café Central, y el observador agudo podrá encontrar, en el escaparate de la librería, una versión francesa de "Las Hortensias" de Felisberto Hernández. Si una bodega tiene una calle de 30 metros, la otra alberga todos los equipos y la utilería de las compañías culturales. Un poco como la Inave de los locos el "Melquíades" acerca, gracias a sus marineros comediantes, una mercadería artística.
Rock en una estación
Ya no llegan trenes de pasajeros, pero la belleza de la Estación Central se mantiene intacta. En el peor de los casos la acústica es igual a la del Palacio Peñarol o a la del Cilindro Municipal, y en el mejor de los casos el entorno es infinitamente más agradable. Es un lugar ideal para un concierto de rock.
Rindiendo honor a su segundo disco, y luego de las actuaciones de los grupos uruguayos "Congo Bongo" y "Buitres", el sábado 27 de junio pasado "Mano Negra" salió a matar con la polenta devastadora de una prostituta afiebrada. Rock pesado y oscuro con toques de reggae y reminiscencias latinas, -el grupo liderado por un pequeño e infatigable Manu Chao brindó una entrega memorable. La potencia sonora de la banda, con cuidadosos arreglos y un finísimo guitarrista, estuvo acompañada por dos viejas locomotoras a los costados del escenario y estruendosos e intermitentes fuegos artificiales. El recital fue impresionante, pero tuvo su costo: el bajista sufrió un colapso y se debió cancelar la actuación del día siguiente.
El circo llegó al Solís
Combinando técnicas circenses, danza, teatro, music-hall, un vestuario extravagante y humor, la compañía de danza D.C.A. del coreógrafo y realizador de clips Philippe Decouflé, presentó su espectáculo "Triton" en el Teatro Solís el 27 y 28 de junio. La escenografía fue básicamente una pista donde ocho bailarines desplegaron todo tipo de números, desde sutiles representaciones mímicas hasta acrobacias espectaculares. S Como si fuese un gran circo transparente, mientras unos bailarines estaban en acción, 1 otros se cambiaban y maquillaban. Incluso hubo un operario que ocupó todo el tiempo el lugar de una figura meramente decorativa, trabajando en el fondo del escenario con una máquina de coser. Se podría llamar la "Danza del holograma" a uno de los puntos más fuertes y cinematográficos del espectáculo, cuando una bailarina de malla blanca bailó ante una extraña luz futurista al compás de una música de ritmo inquietante y mecánico.
Teatro entre contenedores
El lunes 29 de junio, un día antes del último eclipse total de sol del siglo, el grupo de teatro callejero "Royal de Luxe" dirigido por Jean Luc Courcout montó, entre los contenedores del puerto y ante una nutrida concurrencia de público, "La verdadera historia de Francia", un bromazo sobre los principales hechos y personajes galos. Dando vueltas las páginas de un libro gigante, desfilaron junto a un monumental y fantástico despliegue de música en vivo, máquinas, humo y fuego, Juana de Arco, Napoleón, Luis XVI, la Resistencia a la ocupación alemana entre 1940 y 1944, los soldados en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial, angelitos, romanos, ciclistas, cruzados, enfermeras y toda una serie disparatada de personajes, mientras otros se encargaban de tirar petardos, soltar pájaros artificiales o un enorme globo a gas y fomentar el caos con explosiones y lanza- llamas. Un delirio genial e impensable por estas latitudes.
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