Flujo migratorio desde y hacia Uruguay creció 4,4% en una década
Según informe de Cepal y la Organización para las Migraciones
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Durante el período 1976-1986 el total de movimientos migratorio desde y hacia Uruguay creció aproximadamente un 4.4% anual, pasando de una media de 2,4 millones de personas en los tres primeros años de la década, a 3,5 millones en los tres últimos.
Estos datos se desprenden de un estudio sobre la situacion de los uruguayos en en Argentina y Brasil realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CepalL), y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El informe hace referencia a movimientos migratorios en distintas direcciones, sean migraciones, retornos de migrantes, turismo, transito vecinal de frontera y otros movimientos asociados al desarrollo de actividades económicas y culturales.
La emigracion internacional de uruguayos, pese a la carencia de información precisa, fue estimada por la Cepal en el entorno de las 305 mil personas entre 1963 y 1985, detectándose un pico en los años 1973-1975, y con una tendencia en el largo plazo al mantenimiento de los saldos migratorios negativos.
De ese total, la mayoría fue reclutada en Montevideo y en las ciudad litoraleñas (especialmente Paysandú y Salto). Una proporción estimable entre el 50% y el 60% se habría radicado en Argentina y particularmente en el Gran Buenos Aires.
Respecto a los flujos de retorno, en los últimos cinco años fueron aproximadamente entre 7.500 y 10.000 personas las que volvieron, alcanzando en su conjunto el 19% de las personas que emigraron y el 23% de los que restan en el exterior. También son mayoritarios los retornados desde Argentina, que en su mayoría son de edades media y con un nivel educativo relativamente elevado y orientado a ocupaciones urbanas, que por lo general retorna como grupo familiar.
En lo que al transito vecinal se refiere, a pesar de que la información disponible es escasa, se detecta un crecimiento muy acelerado del flujo que es superior al crecimiento de la población Uruguay y al de las propias ciudades del litoral. Este incremento se vincula al desarrollo desigual del sistema urbano de de ambas márgenes del río Uruguay (las ciudades argentinas crecen a una tasa media anual del 3.5% mientras que las uruguayas apenas al 1%).
Por el concepto de turismo, entre 1977 y 1987 el total de flujo hacia Uruguay creció a razón de un 2.8% anual, mientras que el vinculado estrictamente a la temporada de verano lo hizo a razón de un 4%. del total de turistas, el 85% es de procedencia argentina,. ,en un futuro, la probable construcción del puente Colonia-Buenos Aires, determinaría un crecimiento muy acelerado de estos flujos al aumentar la capacidad de competencia de la oferta uruguaya en el segmento del mercado de mini-turismo de fin de semana.
Más allá de los flujos anteriores, aparecen otros más difícilmente tipificables opero de importancia creciente. Por dicho concepto, y en base a las estadísticas, del total de pasajeros que viajan, 28% o hacen por razones de “familia” y 14% por “negocios”.
Argentina. Los uruguayos que residían en Argentina, según el censo de 1980, ascendían a 107.925. en su mayoría llegados durante la década del setenta. En 1974, emigra el 21% del total, y esto es debido a dos causas, por un lados las ventajas relativas de la sociedad argentina en materia de mercado de trabajo y niveles salariales, y por otro lado los efectos del golpe de Estado dde 1973.
Aunque la expansión económica de la Argentina en este periodo fue menor, estuvo asociada a un proceso de redistribución del ingreso con pleno empleo, a lo que se le debe sumar las facilidades brindadas por el gobierno argentino en ese entonces.
La cantidad de uruguayos naturalizados es poco relevante, ya que constituye el 15.6% del total de los mismos.
La distribución por edades de los uruguayos en Argentina indica que un 28% lo constituyen niños y jóvenes de entre 0 y 24 años y el 47% adultos entre 25 y 49 años. Esto confirma que la población emigrante es joven y edad activa, significando perdidas en dinamismo y en recursos humanos calificados.
Un análisis comparativo entre los uruguayos residente en Uruguay y en Argentina por edades, permite distinguir que la asistencia a los centros de educación dentro de la población residente en Uruguay se hace notoriamente superior luego de los 14 años para las mujeres y de los 21 años para los hombres. Esto sustenta la hipótesis de la inserción temprana al mercado laboran en la Argentina, y las dificultades de índole no económica con que se ven enfrentadas las mujeres.
Brasil. Los uruguayos emigrantes a Brasil representan el 20% de los emigrantes a Argentina. En base al censo de Brasil de 1980, la cantidad de uruguayos residentes, ascendía a 21.238. En un 43% lo hicieron antes de 1970, un 39% durante la década del setenta, mientras que existe un 17%el cual se ignora el periodo de llegada. De esto se concluye que la cantidad emigrada antes de 1971 es superior a la que lo hizo a partir de dicho año.
En su mayoría se radicaron dentro de las ciudades calificadas como frontera. De esta forma el 60.6% se ubica en la llamada zona fronteriza en los que se incluyen muchas veces tan solo cambiocs de domicilio con el fin de aprovechar ventajas cambiarias como son los casos de Rivera-Santa Ana do Livramento o Chuy-Chui. Un 31.3% reside en Porto Alegre, mientras el 8.6% restante se distribuye entre las localidades de Rio Grande del Sur y en los Estados de Santa Catarina y Paraná.
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